miércoles, octubre 06, 2010

114. “El que recoge en el verano es hombre entendido; el que duerme en el tiempo de la siega es hijo que avergüenza.”


“El que recoge en el verano es hombre entendido; el que duerme en el tiempo de la siega es hijo que avergüenza.” Prov 10:5
Las estadísticas indican que más del 80% de los americanos vive permanentemente endeudado. La tarjeta de crédito es mucho mejor recibida que el dinero en efectivo. La publicidad aumenta la fiebre del consumo, y existen personas que piensan que "deber una cantidad media razonable, no es deber". Y que deber "es una manera inteligente de vivir con el dinero de los otros". Es claro que el consejo bíblico es diferente. No gastes todo lo que recibes, junta en el verano, guarda, aprovecha los tiempos de las "vacas gordas" y cuando lleguen los tiempos difíciles tú sabrás dónde encontrar.

El proverbio de hoy no solamente aconseja a ahorrar. Nos enseña cómo aprovechar las oportunidades de la vida. El verano no dura para siempre. La juventud no es eterna. Ningún empleo es seguro. Hay puertas abiertas, pero viene la noche cuando es necesario cerrarlas. Todo pasa. Las oportunidades van y vienen. Nada es permanente. Desperdiciar las oportunidades es peor que desperdiciar el dinero. El dinero no compra las oportunidades pero si tú las aprovechas, conseguirás dinero.

La diferencia entre los victoriosos y los derrotados, es el aprovechamiento de las oportunidades. No hay lugar para la indecisión. ¿Por qué postergar lo que puede ser hecho hoy? ¿Por qué esperar a enero para comenzar de nuevo? ¿Por qué aguardar el verano, si antes llegará el invierno implacable, cobrando la falta de previsión? Lo que tú haces con el presente hoy, determinará tu futuro.

Hoy es el día. Ahora es el verano. Es tiempo de plantar y de cosechar. Tiempo de guardar y almacenar. Esta es la juventud, tiempo de aprender a prepararte para los días cuando las fuerzas y las oportunidades te sean escasas. Haz un balance de tu vida. ¿Qué necesita ser hecho en tu vida hoy? ¿Qué decisión necesitas tomar? ¿Hasta cuándo vas a postergarla? Dios está siempre listo a conceder sabiduría y extender la mano al desfallecido, pero recuerda: "El que recoge en el verano es hombre entendido; el que duerme en el tiempo de la siega es hijo que avergüenza".

A.Bullon

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